miércoles, 17 de enero de 2018

¿Lectura en voz alta?


Durante la semana de prácticas online tuvimos la ocasión de poder disfrutar de tutorías grupales. El sentimiento fue como una tutoría individualizada ya que el ambiente que se generó fue positivo y rico. A lo largo de una semana tuvimos que conectarnos a la plataforma aproximadamente unas dos horas para conversar sobre nuestras propias prácticas y dar retroalimentación a los compañeros.

De todas estas conversaciones surgió la muestra que a continuación expongo:

En la sesión grabada realicé una serie de tareas, en particular una lectura en voz alta, posteriormente dejé un tiempo extra a mis alumnos para que la leyeran ellos en voz baja para acabar de resolver sus propias dudas sobre la comprensión.

El hecho de tener muchas conversaciones y reflexiones entre los propios compañeros y la maestra, nos permitió poder extraer la importancia de leer en voz baja en el aula de ELE para un mejor entendimiento y luego en voz alta.  Todas las personas allí presentes estuvieron relacionadas con la muestra, ya que todas ellas fueron partícipes de la conclusión del porqué mejor en voz alta que en baja.

Afortunadamente este es mi décimo año trabajando como maestra. Cuando una persona acaba la carrera de magisterio es cuando se enfrenta a la realidad. Llegas a una clase, te presentas y para adelante. De estos sentimientos a ahora ya han pasado muchas horas lectivas y de formación. Este último aspecto es muy importante ya que compartes conocimientos con tus compañeros, amigos de profesión, vas a cursos para seguir formándote, etc… Sin embargo, siempre se pasa por alto algún aspecto que dentro de tu aula nadie te ha dicho que podrías mejorar.

Personalmente soy una maestra que no me importa en absoluto abrir la puerta de mi aula y que entren tanto a observar, ayudar, a controlar… pero un factor que se nos pasa por alto es el hecho de decir a algún compañero que nos grabe en vídeo para posteriormente realizar una buena observación. O simplemente, invitar a un compañero al aula a darnos su opinión.

Todo esto lo menciono porque durante las prácticas, realicé una actividad donde los alumnos debían leer en voz alta, siguiendo las directrices que yo siempre había considerado que eran las correctas para conseguir una mejor comprensión. En cambio, estaba totalmente equivocada. Primero se debe realizar una lectura en voz baja y luego proceder a la alta.
Las razones a primera vista parecen evidentes, pero no fue hasta que una persona me lo explicó e incluso me puso ejemplos muy claros, cuando fui capaz de poder asociar el porqué de la importancia. Después de la tutoría regresé al aula y por el camino me encontré a una compañera, le comenté él porque era importante dejar a nuestros alumnos leer en voz baja y luego proceder a la voz alta. Ambas estuvimos dialogando durante un rato. Estos hechos son los gratificantes de nuestra profesión, el poder compartir y reflexionar. Durante la semana siguiente pude poner en práctica lo aprendido y fue placentero observar a mis alumnos obtener una mejor comprensión lectora.
Me había regido siempre por las teorías de los beneficios de la lectura en voz alta, como se menciona en la página del gobierno de educación de Colombia:

  • Aumenta la atención.
  • Fortalece la escritura, el habla y el escucha.
  • Amplia el vocabulario.
  • Activa la memoria.
  • Agudiza la imaginación.
  • Mejora la comprensión.
  • Desarrolla una actitud positiva hacia los libros.
Uno de los aspectos que obtengo, y añadiendo a las habilidades como maestra, es el hecho de seguir compartiendo, formándome, reflexionando con personas del ámbito, y sobre todo haciendo que compañeros me observen. Estos dos últimos son de importancia relevante para poder continuar el camino de maestra.

A veces nos puede dar pereza seguir formándonos además solemos pensar que ya tenemos un grado de experiencia para que debo aprender más. En cambio, es de vital importancia para atender las necesidades de nuestros alumnos, el hecho de seguir aprendiendo y ponerlo en práctica con ellos.

Para terminar, resaltaría el hecho de realizarnos autoevaluaciones como maestros. Es decir, cuando uno imparte una clase reflexionar sobre aquello que ha ocurrido. Según mi opinión se debería hacer periódicamente para seguir evolucionando en este ámbito, donde no estamos solos, sino que estamos trabajando con un número de alumnos que están en nuestras manos. Sin olvidarnos de la formación y las reflexiones con nuestros compañeros o amigos del ámbito profesional.

 BIBLIOGRAFÍA:

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