Después de haberos presentado mi introducción, mis cinco
muestras y mi plan de acción, llega el momento de hacer una autoevaluación.
Como he mencionado en la introducción, ya hace más de un
año que me subí al tren con destinación ¨Enseñanza del español como lengua
extranjera¨. Han sido mucho los conocimientos que he ido adquiriendo y puesto
en práctica con mis alumnos. En cambio, son otros que todavía debo ir
perfilando.
Los conjuntos de muestras presentadas hacen un buen
resumen de cómo ha ido evolucionando mi formación en este máster. Algunos son
temas con los que ni siquiera me había enfrentado, como la coevaluación y otros
que los tengo más en consideración como el uso de las TIC en el aula. Todo
aprendizaje se puede identificar como significativo ya que todas las muestras
presentadas han sido llevadas al aula. De esta manera, me puedo asegurar que
sigo construyendo mis conocimientos y no hay mayores críticos que nuestros
alumnos para darnos su opinión.
Todo y que no lo he planteado en ninguna muestra, este
último aspecto es muy relevante para la contínua formación de maestros. El
hecho de pedir a nuestros alumnos su opinión sobre la clase que hemos
impartido. Es una buena manera de hacer una autorreflexión y cambiar posibles
materiales, maneras de hacer, evaluar, exponer, actividades, objetivos, etc.
Al asistir a las prácticas online, observamos a
diferentes compañeros trabajando en diversos ámbitos e incluso países. Unos con
niños, otros con adultos, grandes grupos o pequeños, contextos de inmersión o
no inmersión. Pero todos ellos con el mismo objetivo, dar a conocer nuestra
cultura y enseñar la lengua española. Es relevante este punto porque da pie a
una reflexión sobre como concebir la enseñanza y el aprendizaje de ELE. Como he
podido observar no es lo mismo enseñar en contexto de inmersión o no inmersión,
diferentes grupos, edades, países.
Personalmente, me supondría mayor reto enseñar en un
contexto de no inmersión, ya que estoy más acostumbrada a trabajar en contextos
donde la L2 se utiliza en todas las asignaturas. Así como la enseñanza de
adultos porque mi formación ha sido enfocada a trabajar con niños. Sin embargo,
todo es empezar y ponerse.
No me gustaría concluir
mi autoevaluación sin mencionar aquello que ha podido transformar mi visión de
la enseñanza y mi práctica educativa. Tenemos una profesión que nos permite que
cada día sea un nuevo reto. Nuevas historias, anécdotas, formas de enseñar, objetivos
que cumplir, etc. Llevo diez años en el ámbito educativo y nunca he dejado de
formarme. Sería poco honesto mencionar que realmente se ha transformado mi
visión de la enseñanza durante este período de realización del máster. Sin
embargo, puedo afirmar que sí ha complementado mi formación
educativa/profesional. Con esta afirmación intento explicar que siempre está
bien buscar nuevas ideas, metodologías, innovaciones, nuevas teorías para
llevar al aula, y este máster me ha proporcionado todo y esto, y más, ayudando
a regenerar mi profesión.